El Taijiquan es una antigua forma de arte pugilístico y que a menudo se hacía referencia o se lo conocía como "boxeo de sombra". Originalmente diseñado para la autodefensa, a lo largo del tiempo se ha refinado en un ejercicio lento, elegante, con características rítmicas que tienen el efecto de promover la buena salud en general (grandes y pequeños, fuertes y débiles).

El aprendizaje de Taijiquan comienza siempre con los movimientos lentos. Para los principiantes, la torsión suave de la cintura proporciona ejercicio para los órganos internos, mejorando así su funcionamiento. Los estudiantes avanzados encontrarán que este efecto beneficioso se acentúa por la respiración abdominal lenta, profunda y tranquila emparejado durante el ejercicio. Los que aprenden gradualmente y mantienen un interés directo y constante en la consecución de sus técnicas (con la instrucción de un maestro), con el tiempo desarrollarán un método completo de fortalecimiento corporal y anímico (físico, mental) lo que potencia un verdadero cambio personal interno.
En la práctica de Taijiquan, la mente, así como los músculos deben estar relajados, las extremidades y la cintura deben mantenerse  flexibles. Los movimientos relajados mejoran el sistema nervioso y la circulación sanguínea. Luego de un período inicial de un año o varios meses practicando Taijiquan (varía en cada caso) se sentirá que durante los movimientos relajados y continuos una corriente de calor circula hasta cada dedo, esto demuestra el efecto sobre la circulación.
Después de una buena práctica de Taijiquan se siente una sensación de bienestar al aumentar el libre flujo de energía vital interna a todo el ser, esto es porque esta disciplina trabaja para restaurar el equilibrio y la armonía entre las propias naturalezas físicas, mentales y espirituales. La práctica habitual hará que el cuerpo se vuelva más ágil y elegante, la mente alerta y serena, esto promueve la buena salud y mejor calidad de vida.
Por otro lado hay, además, una larga tradición de los monjes taoístas que practican ejercicios desde épocas ancestrales, algunas de ellas se conoce como el “taiyin” o “respiración taoísta”. Exactamente lo que trataba y cuáles son sus orígenes son inciertos pero se mencionan en las crónicas chinas ya en 122 AC
Luego, en el siglo VI DC Bodihdharma (llamado "Damo" en chino) llega al monasterio Shaolin y al ver que los monjes estaban en malas condiciones físicas por demasiada meditación y muy poco ejercicio les enseña varias rutinas de ejercicios de manos y ejercicios fundamentales de Qi Gong muy avanzados y Gongfu. Este enfoque dio lugar a “Wei Chia” o formas "exterior-interior” de ejercicios.
Más tarde, en el siglo XV DC el supuesto fundador de Taijiquan, el monje Chang San Feng, fue honrado por el emperador Ying Tsung con el título de "hombre espiritual que ha alcanzado el Tao y ya no es gobernado por lo que ve, oye o siente". Esto indica que ya en este tiempo existía una estrecha relación entre la filosofía del taoísmo y la práctica de Taijiquan.
La historia cuenta que Chang San Feng vio una pelea entre un pájaro y una serpiente y en este evento observó cómo lo suave y flexible podía superar lo duro e inflexible. Especialmente importante es en este caso la referencia a la Grulla Blanca (o grulla de Manchuria), con su cresta roja es un símbolo importante para los alquimistas taoístas.
En todo caso los principios de rendimiento, la suavidad, la centralidad, la lentitud, el equilibrio, la flexibilidad y el arraigo son todos los elementos de la filosofía taoísta en que el Taijiquan se ha basado en su comprensión del movimiento, tanto en relación con la salud y también en sus aplicaciones marciales. Uno puede ver estas influencias (de suavidad y sin esfuerzo) en los nombres de ciertos movimientos que se dan en las formas de Taijiquan como ser “manos como nubes”, por dar un ejemplo.
También está la contemplación y apreciación de la naturaleza, que son características centrales del pensamiento taoísta y que parecen haberse reflejado en la génesis de muchos movimientos del Taijiquan como ser “La Grulla Blanca extiende sus alas” o en pasajes como “El Mono caza en retroceso”,  “El Gallo dorado se para en una pata”, “El tigre regresa a la montaña”, etc., etc.
Ciertas características de la alquimia taoísta y el simbolismo talismán también han penetrado en las formas de Taijiquan. Como parte de su contemplación de la naturaleza los taoístas observaron los cielos y eran entusiastas estudiantes de la astronomía y la astrología.
El simbolismo era una fuerza poderosa en el pensamiento taoísta. Diagramas mágicos taoístas eran considerados como talismanes potentes que tienen gran dominio sobre las fuerzas espirituales. Ellos invocan la influencia y armonización del Yin Yang, la Orden Divina del Cielo, la Tierra y la Humanidad; y el funcionamiento del Universo a través de “Las Cinco Energías” o “Wu Xin” (mal traducidos como los Cinco Elementos) que fueron simbolizadas por las cinco montañas sagradas (Taishan, Hengshan, Songshan, Huashan y Hengshan) y que son los lugares centrales de la peregrinación y el desarrollo taoísta.
Por lo tanto no es sorprendente encontrar que el simbolismo de los nombres  se ha filtrado de forma significativa en las formas de Taijiquan. Hubo un componente numerológico de este simbolismo también. Como mencionamos el número “5” tiene un significado místico especial para los taoístas (y los chinos en general) están las cinco montañas simbólicas o "5 Montañas Sagradas", los cinco elementos, cinco colores, cinco planetas, las cinco virtudes, cinco emociones, direcciones, etc. En muchos casos el “1”, “3”, “5” (en algunos el “7” y los múltiplos de “3”) tienen un lugar destacado en la estructura del Taijiquan, por lo tanto como vemos existen muchas relaciones entre el pensamiento, la filosofía Taoísta, y los elementos que componen al diseño en la estructura de las formas del Taijiquan.
(Extracto de textos y traducciones por Mariano López Tagliani)